Por fin vinieron los Reyes Magos de Oriente...como cada día de Reyes toca, despertarse con el gusanillo y al grito de ¡¡¡Ya han venido los Reyes Magos¡
La noche anterior los nervios y un café tomado a deshora, por parte de mi querido marido, nos hizo estar de charla hasta las tantas, después la peque que se despierta para hacer pipi, pensando que no debe hacer mucho ruido no vaya a ser que los Reyes la oigan, vuelta a coger el sueño y al alba ¡¡Mámá ya es de día¡¡¡ ¡¡Papá a despertarse¡¡ "Mira, si han hecho un caminito de caramelos", y siguiendo, siguiendo...llegamos hasta el salón donde los Reyes este año han sido más que extraordinarios.
Otro año más, otra ilusión cumplida, muchos nervios fuera y una mañana completa de alegrías, de juguetes regados por el salón y de leer manuales de instrucciones con letras microscópicas...
En fin, solo os deseo un feliz día, que mucho o poco la ilusión del día perviva por siempre en vuestros corazones y os dejo, de nuevo un trocito de mi vida: un cuadro que lleva en mi familia toda la vida es el fondo de esta historia de un día que por especial se convierte en uno de los mejores momentos de ilusión, porque la mia se suma a la de los míos y tenemos tanta que casi tengo que abrir la puerta para que el resto del mundo pueda disfrutar también de ella...que como dice mi amorcito hay que ser "generosos"....
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