LAS PROMESAS VAN AL HORNO
Bueno, ya me veo mejor, me voy a trabajar y que salga el sol por antequera. Muy bien precioso el espíritu guerrero, pero cuesta llevarlo para adelante, en verdad no ha sido tan malo, lo único, que he visto gente en mangas cortas mientras yo con mi rebeca de lana iba estupendamente. Por la tarde hemos dormido la siesta en familia, cosa extraña en mi y en la peque, después he recurrido al termómetro y dice que destemplailla está la cosa, pero como lo prometido es deuda me he puesto con la chiqui a hacer las galletas, rectifico, el galletón.
Como comprendéreis cuando uno no tiene cuerpo ni pa mirarse a la cara lo de hacer de repostera sobra, pero como las promesas son así, pues a ello que fuimos, la masa extraña, y yo con ganas de acabar, así que visto que no había otra opción de acabar rápido hemos hecho un galletón y listo. Lo mejor es que esta muy bueno, es hasta comestible¡¡¡ Pero estoy deseando que llegue la noche para descansar, y es que cuendo uno tiene niños no puede ni darse el lujo de dejarse caer toda la tarde en el sofá y eso que tengo la suerte de estar en casa por las tardes, pero bueno, ya falta menos para acabar el día, mañana seguro que más y mejor.
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