2 de Mayo de 2011

MI RINCONCITO
Lunes domingero de casa total, creo recordar haber salido un instante al porche a tomar el aire un rato y el resto del tiempo, a terminar trabajos por fin y ocuparme de mis funciones materno-matrimoniales, esto es, desayuno con dibus, almuerzo rápido, y merienda eterna con aburrimiento infantil y cuentos inventados para paliarlo.
La verdad que desde hace un tiempo, no sabría decir cuánto, me encuentro superagusto en casa, sé que la calle siempre nos ha gustado mucho, pero entre unas cosas y otras al final a uno le tira su casa, su lugar de recogimiento donde uno se siente a salvo y donde todo es más "soft".
Amo a mi familia, me reconfortan hasta las peleas cotidianas, me divierto bailando patito con mi hija, viendola comer pistachos ella sola, observando cómo discute mi marido con el televisor cada vez que juega su equipo y las partidas eternas del parchis de mamá con la Charini auspiciadas por el Salvame de fondo.
La cotidianidad, esa balsa en un mundo en cambio, un lugar donde descansar y aburrirse, pero donde descubrir que tampoco es necesario estar todo el día de aventura en aventura para ser feliz. Gracias.

1 comentario:

MAMÉ VALDÉS dijo...

La felicidad en muchas ocasiones no es complicada, un saludo desde Tomara que tu viera...

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